CUENTO CIENCIAS
NATURALES.
4º EDUCACIÓN
PRIMARIA.
PROYECTO “BICHOS Y
MÁS BICHOS”.
La vida del planeta es tranquila, en ella podemos encontrar
algunos seres vivos que, por pequeños que nos parezcan, cobran una gran
importancia en nuestro planeta. Muchas veces, el ser humano, por su capacidad
egoísta y destructiva, no es consciente de la importancia que dichos seres
invertebrados tienen en su propia vida y hace que esta tranquilidad que les
caracteriza, se vea enormemente alterada…
o
EN
EL MAR…
Los habitantes del poblado de Enstimar son felices.
El sheriff Cangrejo siempre intenta mediar ante todos los
conflictos que surgen, tiene mal genio, pero suele ser bastante justo con todos
los habitantes.
Suerte que cuenta con la ayuda de los Erizos de mar, sus fieles
compañeros, que si algo se pone feo, sacan a pasear sus púas, y llevan a los
malhechores ante Cangrejo.
Medusa abastece el poblado de luz, mientras Calamar cada
mañana reparte los periódicos escritos con su tinta para que los habitantes
estén al tanto de las noticias diarias.
Esponja purifica y limpia el agua del poblado.
Mejillón siempre ha sido el más triste. Todo el mundo se mete
con él, le hacen de menos, le miran mal porque nunca ha aportado nada a los
demás. Nunca ha sabido de qué forma podía ayudar. Se siente inútil e inferior a
los demás.
Amanece en Enstimar, y todos los habitantes ven, desde las
ventanas de sus casas, a Calamar más nervioso que nunca.
Va nadando a toda velocidad por las calles, lanzando los
periódicos y gritando a la vez:
-
¡¡¡¡Se
avecina una tormenta que removerá toda la basura del mar y arrasará con nuestro
poblado!!!!
Todos salen nerviosos a las puertas de sus casas y deciden
reunirse para ver de qué forma pueden salvar al poblado. No se ponen de acuerdo
de cómo pueden ayudar, todos quieren sentirse importantes y se preocupan más de
salvarse a ellos mismos que del poblado en general.
-
Yo
soy el sheriff del poblado y el más fuerte, por lo que yo organizaré todo, dice Cangrejo.
-
Sin
mí no eres nadie, apunta Erizo.
-
¿Qué
decís?, sin que yo os lleve las noticias, ¡¡¡nunca os enteraréis de cómo y cuándo debéis actuar!!!, grita Calamar.
-
¡¡Que
no pase de noche!! Porque sin mi luz, a ver cómo lo hacéis… comenta chulita
Medusa.
Y así de esta forma siguieron discutiendo durante horas, por
lo que la tormenta les pilló desprevenidos.
Mejillón escuchaba todo desde un segundo plano, sintiendo que
él no podía hacer nada, que era totalmente prescindible en el poblado.
La tormenta comenzó y no había lugar donde refugiarse. En ese
momento, Mejillón se dio cuenta de que a él no le hacían daño las basuras que
sobre los demás rebotaban. Como buen bivalvo que es, estaba protegido con su
doble cocha.
-
Venid
todos, os protegeré bajo mis enormes conchas. Decía Mejillón.
Todos corrieron hacia él, y se escondieron bajo las conchas
hasta que la tormenta pasó.
Superaron juntos la tormenta con la gran ayuda de Mejillón.
Se dieron cuenta de que nunca le habían prestado atención,
que nunca le habían tratado bien, y aún así él estuvo dispuesto a ayudarles.
Decidieron que nunca más iban a dejar de lado a nadie, que
todos somos iguales, y merecemos el respeto y la ayuda de los demás.
Juntos se pusieron a trabajar muy duro para reconstruir su
poblado, que por la acción del ser humano había quedado destruido. Esta vez sí
se pusieron de acuerdo en la manera en que podían colaborar cada uno y así lo hicieron.
o
EN
LA TIERRA…
En su paseo matinal, Lombriz se encuentra con el Sr. Caracol y la Sra. Babosa, que siempre van
juntos a todos lados.
-
¡¡Buenos
días!! ¿Qué, dando un paseo por la mañana?, saluda Lombriz.
-
Buenos
días, sí, nos dirigimos a ver a Hormiga, que ayer Doña Araña nos comentó que
empezásemos a recoger toda la comida posible, porque se están dando cuenta de
que la sequía apremia, y tendremos que quedarnos en casa con las reservas que
hayamos recolectado durante el invierno, ya que con el calor que va a venir, ni
se podrá buscar comida, ni tendremos agua
para vivir ni nada… ¡¡y ya sabes que nosotros sin agua mal vamos!!
exclama Sr. Caracol.
-
Pues
ahora que lo dices, yo tampoco soy nadie sin agua. Voy arrastrándome a toda
velocidad para contárselo a oruga y a ciempiés.
Cuando Lombriz llega a la casa de Doña Oruga y Don Ciempiés,
les comenta todo lo que han hablado.
-
¡¡Se
avecina sequía en nuestra aldea!! ¿Qué podemos hacer? Les dice Lombriz.
-
Yo
ayudaré en todo lo que pueda, responde Oruga.
-
¿Tú?
¡Si te arrastras igual que nosotros!, dice
Ciempiés burlándose junto a Lombriz.
A la vuelta de hablar con Oruga y
Ciempiés, Lombriz se vuelve a encontrar con Babosa y Caracol.
-
¡¡Hola
de nuevo!! Nos has dejado muy preocupados, Lombriz. ¿Qué te han dicho Oruga y
Ciempiés?
-
Buenas…
nada… esta Oruga, ¡¡pues no va y me dice que ella ayudará!! Ja,ja,ja. ¡¡Justo
ahora que se va a tirar dos semanas en su escondrijo!!
Todos se echan a reír.
No entendían nada, ¿Por qué de pronto tenía que llegar esta
sequía? Si ellos no habían sido culpables de nada que provocase eso.
Efectivamente ellos no eran culpables de nada, esta sequía ha
sido causada por la deforestación del ser humano, la tala masiva de árboles ha
hecho que muchos animales perdieran sus hogares y que otros se vean afectados por
el intenso calor del verano sin ningún lugar donde refugiarse.
Nada pudo impedir el desastre, todos los animales se vieron
afectados, muchos de ellos murieron y el pánico se apoderó de los que se
mantenían con vida.
Oruga se metió en su crisálida, confiando que al salir de
ella, todo este desastre hubiera acabado. Pero no.
Tras 14 días en la crisálida, salió una preciosa mariposa. De
unos colores tan vivos que parecía el mismo arcoíris con alas.
Todos estaban bajo mínimos, intentando cruzar al otro lado
del camino, dónde todavía queda algo de agua en una charca.
Oruga, que se había convertido en una Mariposa tuvo una idea:
ahora tenía alas, y podía irlos llevando de uno en uno, volando al otro lado,
de esta forma sobrevivirían.
Juntó todas sus fuerzas y fue trasladando a sus amigos.
Juntos, ayudándose los unos a los otros, volvieron a organizar una nueva vida
al lado de la charca. ¿Cuánto durarán a salvo? Todo dependerá del ser humano…
de sus actos…
o
EN
EL AIRE…
Locutor (en off): Hacía tiempo que las cosas no iban bien por
Villabolardo. Todos y cada uno de los días había discusiones entre el mosquito,
la mosca y la abeja por ver quién era más fuerte e imprescindible en el pueblo.
Este es un ejemplo de un día cualquiera:
-
Mosca:
Sabéis que sin mí no podríais vivir. Yo soy la encargada de limpiar este
pueblo, comiendo la basura para que estéis más limpios y podáis andar por sus
calles. Además, tengo un cuerpo fuerte, no como el de Mosquito.
-
Mosquito:
¡Pero qué dices! ¡Yo vigilo por las noches, y el pueblo está seguro conmigo
mientras todos duermen! No como abeja, que se tira toda la noche durmiendo en
su panal. ¡Y aunque tengo el cuerpo más pequeño, soy el más inteligente!
-
Abeja:
¡Sí, yo duermo por las noches porque estoy cansada de estar todo el día recolectando
comida y miel para el pueblo! ¿Qué comida recolecta mosca? ¡Nada!
Locutor: La situación era casi insostenible. Hasta que un
día, en plena discusión, sucedió algo que ninguno esperaba.
-
Mosquito:
¡Aunque no lo creáis, yo también polinizo las flores, además de vigilar el
pueblo como ya sabéis ¡Sin mí no seríais nada!
-
Abeja: A mí me lo vas a contar, que soy la
reina y la primera encargada de polinizar, y además de proveer comida. Mosca
solo se dedica a limpiar. Eso podríamos hacerlo todos.
-
Mosca:
¿Qué solo me dedico a limpiar? Como te atreves a…
De repente, alguien muy grande y peligroso apareció en
Villabolardo. Un enorme saltamontes que con sus inmensas patas destrozaba todo
a su paso, y robaba la comida almacenada durante días.
-
Saltamontes:
Vaya, vaya… Qué suerte he tenido… Pero si está esto lleno de comida. Con todo
lo que hay en este pueblo puedo vivir el invierno entero sin tener que buscar
alimento. Vosotros, bichejos minúsculos, ya os buscaréis la vida. Y si no…
(dice sonriendo) moriréis! Ja,ja,ja.
Mosquito (lanzándose con su aguijón contra él): ¡Que te lo
has creído! ¡Márchate!
En cuanto impactó contra Saltamontes, se llevó un golpe tan
fuerte que cayó contra el suelo. Entonces, al ver lo ocurrido, Mosca hizo lo
mismo que Mosquito gritando: ¡Déjame a mí, enclenque!
El resultado fue el mismo. Saltamontes riendo a carcajadas, y
Mosca por los suelos… Fue el turno para Abeja, quién gritando “Yo soy la más
fuerte, voy a defender a mi pueblo con mi aguijón” se abalanzó contra él. Pero
lamentablemente, su suerte fue la misma que para tus dos compatriotas.
Ya desde el suelo y viendo con impotencia como Saltamontes
empezaba a robarles comida, fue Mosquito quién les dijo: “Por separado no somos
lo suficientemente fuertes… Va a acabar con nuestro pueblo…” A lo que Mosca
respondió “Sí… a no ser…” se miraron los tres y Abeja dijo lo que estaban
pensando: “unamos nuestras fuerzas”.
-
“¡Eh,
tú! Deja eso donde estaba! Gritó Mosca. Saltamontes se giró y, burlón, les
dijo: “¿otra vez vosotros tres? No os cansáis de perder?”
-
“Sí,
pero esta vez no nos vas a ganar” asintió Mosca.
Los tres valientes insectos de aire se pusieron uno al lado
del otro y empezaron a batir fuerte sus alas. Con mucho esfuerzo Abeja gritó:
“¡No paréis! ¿Estamos a punto de conseguirlo!” Y siguieron hasta que el
Saltamontes cedió del suelo y chocó bruscamente contra una pared de piedra.
Orgullosos, los tres se miraron, respirando fuerte todavía de
tanto cansancio. Mosquito dijo: “Lo hemos conseguido”. “Sí. Hemos. Los tres
juntos”, confirmó sonriente Mosca. “Si pensábamos que éramos fuertes, unidas
vamos a ser invencibles” sentenció orgullosa Abeja. Y ambas se fundieron en un
amistoso abrazo.
Mientras se siguen abrazando y riendo el Locutor afirma: Y
desde ese día, Villabolardo fue un pueblo seguro. Pasaron el invierno sin
ningún problema. Y muchos inviernos más.
FIN.
PARA PENSAR…
Espero que estas tres historias os hayan hecho reflexionar
sobre la importancia de todos y cada uno de los seres vivos que habitan en
nuestro planeta. Cada cual tiene su función en el ecosistema en el que habita.
Y todas ellas son muy importantes. Por lo que debemos cuidar y respetar a cada
ser vivo.
Además, estas historias nos hacen ver que debemos
respetarnos, ayudarnos y que siempre que trabajemos unidos, se consiguen mejor
las cosas; nunca debemos reírnos de los débiles, ni hacer de menos a nadie.
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